Un año más, la Federación Local de Sindicatos de CNT-AIT Madrid volvió a manifestarse el primero de mayo de Valdeacederas a Cuatro Caminos. Se marchó bajo el lema "La clase obrera no vota: lucha y se organiza", para recordar a los anarquistas asesinados el primero de mayo de 1886 por luchar por la jornada de ocho horas y llamar a la clase trabajadora a organizarse al margen de partidos políticos y sindicatos electoralistas.
La manifestación comenzó a las 12h30 ante un importante despliegue policial y concluyó a las 14h00 con un mitin en el que tomaron la palabra uno de los compañeros despedidos por denunciar la cesión ilegal en Indra, un compañero maquinista despedido por exigir mejoras laborales en Metro Ligero Oeste y el Secretario General del Sindicato de Telecomunicaciones y Servicios Informáticos de Madrid.
Tras la manifestación se celebró una comida de confraternización en los locales de Tirso de Molina, cuyos beneficios se destinarán a financiar la actividad de la CNT-AIT en Madrid.
El último acto de esta jornada tuvo lugar a las 17h00 en los locales, donde se proyectó el documental Memoria Viva. Esta cinta, producida por la CNT-AIT en colaboración con GuerrillART y Malevola Films, muestra la trayectoria de la central anarcosindicalista desde su fundación en 1910 hasta nuestros días, recordando hitos tan señalados en su historia como la obtención de la jornada de ocho horas en 1919, la lucha contra la dictadura de Primo de Rivera, la fuerte labor organizativa y educativa desarrollada durante la Segunda República, la revolución social llevada a cabo en el verano de 1936, su lucha contra el franquismo y su reorganización durante la denominada Transición.
El primero de mayo no es un día de fiesta, sino una fecha para recordar a los trabajadores que han dado su vida por la libertad y la justicia y para seguir luchando por esos ideales, hoy más urgentes que nunca en un contexto en el que el capital y el Estado están acabando con los pocos derechos que aquéllos consiguieron arrancarles. Una lucha que no cabe en unas instituciones diseñadas para desmantelar la lucha de los trabajadores, sino que debe partir del asamblearismo, la autogestión, el apoyo mutuo y la acción directa.